miércoles, 24 de septiembre de 2008

Dicen que si te quedas mirando al mar, sientes la paz entrar en tu interior, eso mismo he estado haciendo, a pesar de una fina lluvia que baño mi piel, me senté en su orilla y tranquilamente deje que invadiera mi interior, poco a poco empecé a sentir que la bruma se iba disipando y tu imagen era mas nítida, el brillo que desprendían tus ojos aparecía por el horizonte, la dulzura de tu sonrisa despertaba la mía, la fortaleza de tus brazos me envolvía, y me quede así, largo rato, viéndote reír en el horizonte, penetrando en mi interior para no marcharte mas...

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